Manhattan tiene un doble. En el corazón de Rotterdam también se siente el moderno ambiente de este barrio neoyorquino. Gigantescos colosos de acero, atrevidos puentes, vistas panorámicas del Mosa... parece como si los holandeses hubiesen hecho copia y pega. Por algo habrán bautizado con orgullo a Rotterdam como la «Manhattan a orillas del Mosa» o «Manhattan 2.0». En nuestro Motel One Rotterdam encontrará un poco de más Manhattan. Ya desde el One Lounge tendrá la sensación de estar en la gran metrópoli. Cómodos sillones de terciopelo, acogedores sofás de cuero, elegantes detalles de cristal... como sacados de una película de «Sexo en Nueva York». Siempre con el toque de color turquesa de Motel One. Ahora solo falta saborear un Cosmopolitan o un Manhattan en el Panorama Bar. Siéntese, disfrute de su bebida y deléitese con el espectacular paisaje de la ciudad de Rotterdam. ¿Hoy prefiere ir con calma? ¡Perfecto! Túmbese con los pies en alto en su espaciosa cama box spring, haga zapping por los programas de la TV con pantalla plana y disfrute del copioso desayuno. Y es que ¿a quién no le gusta empezar la jornada con productos ecológicos seleccionados y café de comercio justo?

¿Sabía que nuestro Motel One Rotterdam es un excelente punto de partida para visitar la ciudad? ¡Y encima, económico! Nada más salir de nuestro hotel de diseño, se le presentarán los rincones más hermosos de esta metrópoli neerlandesa. ¿Alcanza a ver el mercado de Rotterdam? A tan solo tres minutos a pie, se encontrará frente al impresionante arco de su entrada, probablemente la herradura más grande de Holanda: una buena ocasión para hacerse un selfi. Esperamos que tenga hambre, porque un estómago lleno desentona en el mercado de Rotterdam. Tras reponer fuerzas, es hora de visitar el Oude Haven. En el puerto viejo de Rotterdam se sentirá como Jack Sparrow. Sus genuinos bares le despertarán las ganas de beber whisky y ron. Los barcos de pesca invitan a dar una pequeña vuelta. Y las preciosas casas de paredes entramadas le susurrarán anécdotas de antiguas épocas. Y a tan solo cinco minutos de su hotel en Rotterdam, el Museo Marítimo alberga historias aún más fascinantes sobre la navegación holandesa. Cambio de época: las casas cubo del arquitecto estrella Piet Blom le traen de vuelta al aquí y al ahora. ¿Cómo sería vivir en esos cubos de los años 70? ¡Visítelos y descúbralo por sí mismo! De vuelta al hotel, deténgase brevemente en el puente Erasmus para admirar el «cisne» de Rotterdam:  así es como llama la gente local a esta atractiva construcción curvilínea del arquitecto Ben van Berkel. Un último selfi y ya puede regresar a su hogar en Rotterdam.