Motel One Ulm

Si Einstein siguiera entre nosotros, seguro que se sentiría como en casa en el Motel One Ulm. Los acogedores sillones de terciopelo del característico color turquesa de Motel One invitan a pasar horas junto a la chimenea, cavilando y charlando sobre la vida. El amplio vestíbulo One Lobby y la sala de conferencias son perfectos para ponerse a filosofar sobre las apasionantes leyes de la naturaleza. Nuestro genio se sentaría en el Panorama Bar y, con un cóctel recién preparado, revisaría sus notas y disfrutaría de las vistas a la Iglesia Mayor de Ulm. Las paredes están todas llenas de sus garabatos. ¿Cómo era eso de la equivalencia entre masa y energía? Ah, sí, sí... E = mc2.
¿Necesita un descanso después de tanto filosofar? Las espaciosas habitaciones de nuestro hotel de diseño y nuestra moderna terraza con vistas a la Iglesia Mayor son ideales para desconectar —a la celebridad de Ulm le habrían encantado, y a su materia gris también—. Cada vez que sintiera esa necesidad imperiosa de ponerse a investigar, se conectaría a nuestro wifi gratuito y leería los trabajos de investigación más recientes sobre la teoría de la relatividad. Al fin y al cabo, un genio nunca deja de aprender.
Nuestro abundante desayuno también gira en torno a las leyes de la naturaleza. Eche un vistazo a la colorida decoración de los techos y paredes, y piérdase en un baile de moléculas.

¿Le gustaría conocer la tierra natal de Albert Einstein más de cerca? El Motel One Ulm es perfecto para usted. Nuestro hotel de diseño está cómodamente ubicado en el centro de la ciudad, por lo que podrá explorar los puntos de interés más famosos de la ciudad a pie o en bicicleta, tal y como hacía Einstein hace cien años.
Justo delante de la puerta de casa, o más bien de la puerta del hotel, se encontrará de frente con la Iglesia Mayor. El gigante más bonito del lugar se alza orgulloso en la plaza. De hecho, es la torre de iglesia más alta del mundo: mide nada más y nada menos que 162 metros. Las casitas Grabenhäusle de Ulm parecen enanitos a su lado. Algunas de estas casas históricas del siglo XVII casi llegan a la altura de los ojos.
Ha llegado el momento de conocer a Albert Einstein en persona. En la misma ubicación del arsenal histórico de la ciudad, se encontrará al físico con un semblante divertido, sacándole la lengua descaradamente —por supuesto, desde un misil nuclear—. Y es que a esta fuente de Einstein no podía faltarle un toque de física.
¿Le ruge el estómago? ¿Por qué no prueba el plato favorito de nuestro científico? El creador de la fórmula E = mc2 podría pasarse el día comiendo Schupfnudel. Por suerte, muy cerca del hotel podrá disfrutar de este clásico de la región de Suabia (como manda la tradición, siempre acompañado de chucrut). ¡Que aproveche! O como diría Einstein en perfecto dialecto suabo: ¡en Guada!