Quien busque nuevas opciones de ocio en la naturaleza habrá dado en el clavo en

. El antiguo yacimiento de lignito que rodea la ciudad se ha convertido en una hermosa zona recreativa. Excursiones, salidas en bici, stand up paddle, buceo o rutas en barco: en los lagos de Leipzig, que en este momento son 10, hay mucho por descubrir.

De viajeros para viajeros: en Kokopelli hay una relajada atmósfera de trotamundos para saciarse, con presentaciones de viajes para inspirarse y guías de viaje para leer.

Los restos de las antiguas fortificaciones de la ciudad fueron transformados en un club de estudiantes por la estudiante Angela Merkel y sus compañeros en la década de 1970. Hoy en día, las bóvedas acogen eventos, conciertos & co. así como un bar de vinos y cócteles y una cafetería que sirve comida casera.

Buena comida con la conciencia tranquila - esto es posible en el mercado orgánico/panaderos orgánicos/restaurante orgánico Macis en un ambiente fino Art Deco.

Todo menos convencionales: así son los tipos de helado de esta heladería ecológica. Desde piña y perejil hasta pimienta rosa, desde vegano hasta sin gluten.


Un trozo de Irlanda en medio de Leipzig, con Guinness, cerveza y platos típicos de la Isla Esmeralda.


Donde alguna vez se cruzaron importantes rutas comerciales del Imperio Romano, la "Via Imperii" y la "Via Regia", hoy una combinación experimental de cultura de bar y comida ofrece especialidades locales e internacionales.